En Centro Hirsch, cada alta es un momento significativo, tanto para el paciente como para todos los que formamos parte de su proceso de recuperación. Recientemente, Mercedes, una de nuestras pacientes, quiso despedirse de una manera muy especial tras obtener su alta. Junto a su hijo, organizaron un encuentro lleno de buena música, baile y karaoke.

Este evento se llevó a cabo como parte de las actividades recreativas semanales organizadas por los servicios de Social y Psicología. La celebración contó con la presencia de otros pacientes y profesionales de nuestro centro, creando un ambiente de alegría y camaradería.

La despedida de Mercedes no solo marcó un cierre significativo para ella, sino que también le permitió compartir su experiencia y agradecer por el apoyo recibido durante su estadía en nuestra institución.

“Irse de alta es movilizante, da incertidumbre y dejar la internación puede dar miedo por lo que viene. Pero es saludable para el paciente y se abre un abanico de nuevas posibilidades”, nos compartió Fernanda Colón, del equipo de Servicio Social.

Estas palabras de Fernanda resaltan la importancia de estos momentos de transición y celebración. Cada alta es un nuevo comienzo, lleno de oportunidades y desafíos. Nos preguntamos con entusiasmo: ¿Cómo se vivirán las próximas altas?

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